Jonathan Figueroa González Generación 2005
“El obstáculo es el camino, las cosas que valen la pena requieren tiempo y esfuerzo”
Como compositor, me dedico a dar sentido a los sonidos y silencios. Desde esta labor continuo aplicando principios que aprendí con los jesuitas. La exigencia académica del colegio me ayudó a fomentar la disciplina, herramienta fundamental para la música.
Los principios ignacianos le dieron otra dimensión a mi oficio y marcaron mi vida. Destaco el Magis Ignaciano: buscar mediante la acción y el pensamiento el mayor servicio. Lo aplico en mi labor, en el proceso creativo hasta en el trato con intérpretes, alumnos, colegas compositores y el público que recibe mi música.