PRESENTACIÓN
Hablar de una institución educativa jesuita nos remite, no sólo al carácter de enseñan-za propio de la escuela, sino al tipo de formación que ahí se ofrece. Para la Compañía de Jesús, la forma y el fondo de nuestra educación están determinadas por las opciones fundamentales que constituyen su acción apostólica. No formamos para que los jóvenes de hoy con su preparación académica puedan ingresar al grupo de privilegia-dos; sino para labrar en ellos un corazón comprometido en la transformación de la misma sociedad herida en la que viven.
Esto es justo lo que pretende el Proyecto Educativo Institucional que modula todo el acto educativo de nuestro colegio, El Instituto Cultural Tampico, desde el Carisma propio de la Compañía de Jesús actualizado recientemente en las cuatro preferencias apostólicas universales. Ellas nos invitan:
A. Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento.
B. Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia.
C. Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador.
D. Colaborar en el cuidado de la Casa Común.
Desde este marco de referencia, nuestro Instituto ofrece un currículo actualizado en respuesta a los retos que nuestra sociedad nos presenta y renovado con las pedagogías que mejor respondan a la forma de ser de los jóvenes actuales y al medio cibernético en el que se han desarrollado.
Con una planeación permanente, el colegio evalúa sus resultados y responde a las investigaciones más recientes que proponen métodos activos acordes con el mundo en el que los jóvenes de hoy se desenvuelven.
Pero si formar académicamente a estas generaciones es un gran reto, la construcción de un sujeto libre, ético, moral y responsable es todavía un desafío mayor.
Sin embargo, eso es justo lo que le da sentido al proyecto educativo jesuita. Hoy en día vivimos en un mundo en el que los valores se han desdibujado; un mundo en el que sigue imperando la ley del más fuerte, en el que la corrupción y las desigualdades sociales son su constitutivo, en el que se ha desestimado la suerte del pobre.
Por eso, urge un modelo diferente de educación que responda a esta situación presen-te y que sea capaz de brindar esperanza a las futuras generaciones, sin dejar de lado que el cambio y el deseo de una sociedad al estilo como Dios nuestro Padre acariciaba para la humanidad, han de comenzar ya desde ahora.
Son estas notas esenciales las que determina la estructura y el ser de nuestro Colegio; es justo su esencia. Esa es la apuesta educativa del Instituto Cultual Tampico y ese es nuestro empeño al que nos entregamos confiando profundamente en la fuerza del Espíritu de Dios que nos acompaña.
Somos herederos de una gran “tradición de vanguardia” de cerca de 500 años y esa es nuestra fuerza. Confiamos en que la comunidad educativa compuesta por alumnos, padres de familia, profesores y jesuitas, camine en este mismo rumbo con la certeza de haber puesto un peldaño más en la construcción del Reino de Dios, por el que el Señor Jesús dio la vida.
Agradezco de manera particular a toda la comunidad educativa, quienes han logrado plasmar los principios fundamentales que orientan y rigen nuestro propósito educativo y que hoy han colaborado en su actualización.
A ellos, nuestro agradecimiento.
El PEI es la “hoja de ruta” que dota al Instituto Cultural Tampico de una organización eficaz que da respuesta a la diversidad de las tareas educativas y que aporte a la dimensión humana tan ausente de nuestros tiempos.
En tanto que es un documento inspirador invito a la Comunidad Educativa a seguir apropiándose de su contenido.
Dr. Fernando Fernández Font, S.J.
Rector